Truenan las calles del viento, bajo un manto seminocturno, desnudo, con miedo.
Huele a tu humedad de lluvia
a lluvia de humedad,
humedad de cielo,
humedad de besos, bajo la misma lluvia.
Templada quietud que me agota como un sol descuartizante.
Las bocas sorben los murmullos del tiempo y
ojos deambulantes se asoman, bailan, brincan, lloran.
Y regresa Serena, como santa pulcra en un balcón...
despedazandome.
2 comentarios:
Publicar un comentario